Análisis crítico
Charo Dávalos R.
La problemática
docente, y en particular la formación docente, es un tema critico del desarrollo educativo, un desafío
contemporáneo que implica un profundo replanteamiento del modelo convencional
de formación de los maestros y/o profesores en el marco de una revitalización
general de la profesión docente.
Denise Vaillant y Cecilia Rossel, señalan, a nivel latinoamericano
la formación
inicial del maestro es el primer punto de acceso al
desarrollo profesional continuo y
desempeña un papel clave en la determinación
de la calidad y cantidad de nuevos docentes que pasan a formar parte de este proceso. ¿Sirve la oferta
disponible de formación inicial como
incentivo para atraer a los candidatos adecuados para educación básica? En los siete casos examinados se
intentó responder a este y otros temas
encontrando algunas tendencias comunes y analizando algunos hallazgos adicionales.
En comparación con
estudiantes de carreras distintas a la docencia, los candidatos a maestros tienen antecedentes
socioeconómicos más modestos, si miramos
tanto los niveles de instrucción de sus padres como los niveles de ingreso familiar. También los
estándares de admisión a las
instituciones de formación de maestros tienden a ser más bajos que en
el conjunto de carreras de educación
superior.
La impresión
general que dejan las descripciones de los casos es que la formación inicial de
futuros maestros ha tenido resultados relativos, si bien se le reconoce un papel clave en las
reformas educativas. Los programas
cortos y los planes de estudio altamente teóricos suelen sacrificar la práctica en el aula y la preparación de
las materias, aspectos fundamentales en la formación de buenos maestros. Las carreras
se caracterizan por un bajo prestigio,
demasiado énfasis en el método basado en la exposición oral frontal y muy poca
atención a técnicas pedagógicas apropiadas
para los alumnos de escuelas multigrados y rurales. Este déficit se ve agravado
por la mala calidad de la educación escolar básica y media que muchos de los aspirantes a maestros
reciben antes de ingresar a estudiar en
una universidad o instituto de formación.
Una fuerte preocupación por mejorar la calidad de la
formación existe en los siete países examinados, Argentina, Uruguay, Honduras,
Colombia, El Salvador, República Dominicana, Nicaragua. Han surgido una serie
de documentos de ministerios con orientaciones para la formación docente, en
los que se explicita el bagaje que
necesita un maestro para su buen desempeño.
Este es un primer paso para dar más flexibilidad a la
oferta formativa. Finalizan sosteniendo que las nuevas expectativas y los
desafíos a los que se enfrentan las sociedades y economías latinoamericanas
sitúan a la educación básica en el centro del debate y a los maestros como
actores clave. En este escenario, los responsables educativos enfrentan el reto
constante de disponer de un número suficiente de maestros que sean competentes,
que permanezcan motivados y que tengan condiciones laborales adecuadas durante
toda su carrera profesional.
La
formación docente no es un proceso automático, lineal y simple, el profesor no
progresa simplemente de menor a mayor experticia, o de menor a mayor compromiso
con sus tareas, sino que ese crecimiento está marcado por la iniciativa de
apoyo al mejoramiento desarrollo profesional, desarrollo personal,
responsabilidad asumida.
Los
profesores son un factor esencial del nivel de logros estudiantil, tanto en el
logro de la calidad como en la permanencia de los estudiantes. Por ello, la formación, actualización y enriquecimiento
tiene una importancia creciente en el mundo cambiante, globalizado.
Ante
tal panorama, el nuevo tipo de docente
se halla en el epicentro de la reforma educativa. Del rol docente “solista” pasa
al rol de socializar el conocimiento siendo el modelador, acompañante del
alumno. No el docente que solo imparte conocimientos, sino el que ayuda al alumno a
encontrar, organizar y manejar los conocimientos. Algunas posturas señalan que
las políticas y reformas educativas modernas exigen un docente ideal que no
existe en la realidad. Si bien en la formulación de políticas se evoca al
docente ideal, en la aplicación de esas políticas no se adoptan medidas para
crearlo. El cambio educativo, continúa siendo percibido como un esfuerzo rápido
y corto, y no como un proceso a largo plazo.
Dada esa importancia, es que a la
fecha, tanto a nivel latinoamericano como a nivel nacional, se han desplegado
iniciativas, esfuerzos y recursos en capacitación, en ocasiones fuera de un
contexto de políticas, estrategias y programas de
formación permanente, pero que, lamentablemente, dichos recursos invertidos no
han mostrado correspondencia con el esfuerzo desplegado siendo todo ello visible
en los resultados de las evaluaciones a los estudiantes, y en las propuestas de
mejoras o cambios en la gestión de las instituciones educativas
públicas ( IIEE).
Los
resultados de las evaluaciones internacionales, muestrales y censales en Comunicación Integral y Matemática, que se
viene arrastrando por mayor visibilidad en los últimos diez años fueron
el reflejo de sus grandes deficiencias, tanto por el bajo porcentaje de alumnos
que logran los resultados esperados para el año de estudios, como en el desempeño
docente que refleja los resultados de las evaluaciones, desempeño asociado al
concepto de calidad educativa. La
preocupación se centró en el lugar de origen de la formación inicial docente
respecto a la procedencia de los alumnos, determinando –tal como señalan
diversos estudios e
investigaciones- la mayoría de docentes de diversas regiones
del interior del país proceden de un
Instituto Superior Pedagógico, y que además, en los últimos años el numero de
postulantes a la carrera pedagógica se vio incrementado.
El nudo central de la formación
docente consiste en convertir estructuras, contenidos y formas, en
oportunidades para aprender a ser docente específicamente, aprender a enseñar.
El problema es decidir lo que vale como forma de conocer y desde esa visión,
estimar cómo y cuánto aprender de la base disciplinaria respectiva. Dentro de
la propuesta curricular, la autonomía
que les permite la legislación
estatal, requieren de una oferta formativa creativa, planteando todas y cada
una de las estructuras que arman la formación docente, el docente formador y
los alumnos en formación. De este modo todo está sujeto a critica, reflexión y
reelaboración: el qué, el para qué, el cómo, el con quién, el para quién, el
dónde y el cuándo.
Frente a un modelo denominado
tradicionalista que reproduce viejos esquemas pedagógicos, a nivel
internacional como a nivel
latinoamericano y nacional se viene
definiendo propuestas del nuevo perfil docente
capaz de afrontar las características de los nuevos retos educativos,
formar en calidad, con equidad que sepa enfrentar los desafíos de la
postmodernidad : incertidumbre, contingencias, velocidad, crisis.
Contextualizar la enseñanza tomando en cuenta que la economía se estructura en torno a la producción de más
bienes pequeños que grandes, a los servicios más que a las manufacturas, el
software más que el hardware, a la información, e imágenes más que a los
productos y las cosas.
El modelo de oferta de formación
docente de calidad, responde a la demanda de
formación de los alumnos de las escuelas, oferta que responde a desafíos que supone una sociedad sujeta a
rápidos cambios sociales, culturales, económicos y tecnológicos. Responder a
las expectativas de los retos actuales, exige de un nuevo docente; la oferta de
formación inicial exige que se formen profesionales bien preparados,
responsables y comprometidos con los resultados del desempeño, críticos,
flexibles, innovadores, y con recursos para transformar su realidad concreta.
Dentro
de las orientaciones para el mejoramiento de la calidad en las instituciones de
Educación Superior el fortalecimiento de la carrera docente constituye un
aspecto importante en el rendimiento y competitividad con la que se
desenvolverán los estudiantes durante su desarrollo académico y profesional.
Rescatando
esto último, sabemos que la Educación Superior se ha impartido en nuestro
país en gran medida durante las últimas décadas, en los Institutos de Educación
Superior (IES), las cuales tiene una variedad de especialidades, las cuales
ofertan a la sociedad. Estas instituciones pueden ser de tipo público y
privado. Las IES tienen diferentes modalidades educativas para impartir la
enseñanza y el conocimiento; la mayoría lo hacen de manera formal, es decir,
donde los alumnos deben de acudir a la instituciones para que reciban su
educación de manera escolarizada y presencial: otras más, lo hacen de manera
informal, es decir, en forma abierta y a distancia, caracterizándose por ser
flexibles en su currículo.
Los
ISP, se sabe que a partir del año 1996 inician un proceso de modernización
dentro del llamado Plan Piloto de Formación Docente, dada la captación cada vez
en incremento de interesados en seguir la carrera de educación, sobre todo por
considerarla como una alternativa viable dada la poca inversión desde el punto
de vista económico e incluso de tiempo que se da en los ISP en comparación a la
educación universitaria.
Este
proceso de modernización tuvo como objetivo elevar en forma sustantiva la
calidad de los servicios de los ISP y su liderazgo en la renovación de la
formación docente, ya que la calidad de los procesos de formación fueron
cuestionadas paulatinamente. Para ello se consideraron como componentes
principales del proceso el diseño de un nuevo currículo que busca capitalizar
las innovaciones en la formación docente desarrolladas por algunas
instituciones en el país;
la capacitación de formadores de los ISP; la dotación de material bibliográfico
e informático; y el fortalecimiento institucional mediante la capacitación del
personal directivo en los temas de gestión educativa, elaboración del Proyecto
Educativo Institucional y la aplicación adecuada y pertinente de las normas
emitidas.
Sin
embargo, pese a estos esfuerzos, la formación inicial recibida en los ISP se encuentra
en una profunda crisis, no solo por el hecho que a nivel nacional originó un
enorme superávit de profesionales docentes egresados de dichas instituciones (cada
año los ISP y las universidades forman alrededor de 18.000 maestros, mientras
que el sistema educativo tiene solamente capacidad de emplear a unos 3.500
nuevos maestros al año) sino que muchos de los egresados de los ISP, no se
encuentran debidamente preparados para lo que será su desempeño pedagógico.
No
deja de preocuparnos la poca formación integral docente en su ámbito
profesional, directivo e investigativo que el mundo de hoy requiere.
Consideramos que tener un trabajo como profesor de Nivel Superior ya sea
universitario o pedagógico significa dedicarse y orientar dichos esfuerzos a la
productividad académica. Aún con esas reformas, en la actualidad, uno de los
principales retos que enfrentan las políticas públicas del sector es cómo
mejorar el desempeño de los docentes puesto que las propuestas tradicionales ya
no alcanzan. Variables contextuales que dificultan el abordaje de esta
problemática son: el bajo salario, el disminuido prestigio y la escasa
capacitación. El reducido salario y el escaso reconocimiento social inciden en
el reclutamiento y la permanencia de los profesores.
De
lo que se conoce hasta el momento, es que los docentes formados del ISP no usan las
prácticas como espacios formativos y/o reflexivos. Los estudiantes reproducen
las características descritas sobre del dictado en las aulas de los ISP, la preparación de clases y materiales.
La base de datos estadística del Ministerio de
Educación (2008), señala que el 49% de
Instituciones Educativas del país están ubicadas en la zona rural y en su mayor
parte son unidocentes y multigrado. Al egresar de la carrera profesional, la
mayoría de docentes iniciará sus labores una escuela rural sin tener suficientes
elementos teórico metodológico para atender de manera pertinente las demandas
de esta realidad educativa, esto se confirma en el estudio de Carmen Montero, el
cual señala que no existe en los programas curriculares, alusión teórica o
metodológica que dé cuenta de la necesidad de formar profesores para atender
aulas multigrado y aulas unidocentes.
Mientras los promedios nacionales del Ministerio de Educación
muestran resultados optimistas y alentadores, silenciosamente otras brechas se
acentúan: calidad y oportunidad. El gran tema en el Perú es la inequidad
asociada a tres características arraigadas: vivir en zonas rurales, hablar una
lengua distinta del castellano y la situación de pobreza. Las oportunidades que
tienen los menores con estas características para acceder a programas de
calidad educativa son nulas.
No se señala ninguna
propuesta metodológica que permita la atención simultánea a más de un grado, en
condiciones de actividad, colaboración, participación y aprendizajes. No existe
propuesta concreta que permita revalorar la escuela rural y su potencial
innovador que promueva el aprendizaje independiente y personalizado. La
excepción puede ser que algunos ISP tienen como escuelas de práctica para sus
estudiantes, algunas escuelas rurales.
Esta
situación exige incorporar en el currículo de Formación Inicial Docente
componentes teóricos, metodológicos, de investigación y práctica en educación
rural e intensificar el tratamiento de estrategias diversas para atender las
aulas con grupos de alumnos de varios grados en los contextos que
mayoritariamente enfrenten esta realidad educativa.
Una posición minimalista indica que
basta conocer lo que hay que enseñar (el currículum). Una posición más
razonable es la que sostiene que se deben comprender los elementos de contenido
necesarios (conceptos centrales o claves) de cada área de estudio, las formas
como se construyen o crecen estas disciplinas (investigación) y los criterios
para validar sus conclusiones. Pero que esto no significa, conocer toda la base
disciplinaria como tal. El criterio para seleccionar lo que conviene saber es
la posibilidad que el aprendizaje resulte en comprensión y eso significa
profundidad más que cobertura.
En la práctica, la formación de
profesores de enseñanza básica o de nivel primario ha favorecido la posición
minimalista respecto a los contenidos que necesita aprender el docente mientras
que la formación de profesores de educación secundaria ha favorecido la
posición maximalista. El resultado, en el caso de los profesores de enseñanza
básica es que su conocimiento y comprensión conceptual es insuficiente lo que
determina que se entreguen a los niños datos y rutinas muchas veces
desconectados de sus marcos interpretativos.
Por otro lado, el haber
visualizado el desempeño docente mediante los resultados de las evaluaciones
censales estudiantiles, que sería el resultado o producto a nivel marco, nos exige ir
hacia adentro de lo que ocurre en la oferta docente, y las herramientas
que utiliza para mejorar la oferta educativa, modelo de oferta educativa, fundamentación teórica con la que trabajan, metodología,
articulación teoría y la práctica, valoración del modelo, valoración del
currículo.
Uno de los motivos para
conocer el proceso, es que la acumulación de conocimientos no debidamente
procesados durante la formación hace que al momento de enseñar tengan que
acceder a conocimientos fragmentarios, compartimentalizados y poco
organizados. Podría ser que a esta
fragmentación algunos institutos mantengan una marcada distancia entre la
formación disciplinaria y formación pedagógica descontextualizada. Concretar la idea pasa por conocer lo qué es ser
docente y lo qué necesita saber y ser capaz de hacer un docente en el
quehacer cotidiano, es decir demostrar las competencias que debe hacer y
saber para enseñar. El reto de asumir la labor educativa en la era
de la información es un tipo de pedagogía como la filosofía que introduce el
dialogo y las relaciones horizontales en la comunidad educativa para que sea
posible la formación de docentes y alumnos críticos.
El currículum
del ISP propone una formación por competencias basadas en una formación
humanista, critica, reflexiva, solidaria, cuya actuación pedagógica o
didáctica aplique
enfoque por competencias a las
diversas asignaturas o cursos que se dicte. Conocer la trama interna del
proceso, es un elemento que garantiza calidad, es conocer el proceso al
interior de cualquier curso o materia de enseñanza-aprendizaje en el cual el
docente formador propicia y desarrolla motiva preguntas de calidad que
produzca saber elaborado de carácter pedagógico sobre los actos
pedagógicos y sobre el conjunto de la actividad educativa del centro educativo
en relación al contexto.
De
lo expuesto en el planteamiento del problema, el tema central interés de la tesis,
radica en conocer la aplicación del modelo curricular por competencias que
aplica el docente formador en la formación de los futuros docentes de primaria,
indagando por los procesos a nivel institucional - pedagógico en la formación
del nuevo docente inmerso en el marco de la escuela nueva contextualizada.
Conocer
dónde podemos situar las fortalezas y debilidades de la calidad de formación
inicial docente del ISP. Qué debilidades se puede identificar en la aplicación del nuevo currículo
experimental, fortalezas o debilidades
del docente formador luego de los cambios propuestos desde inicios de la etapa de modernización,
situación que mengua sobre la preparación profesional de sus egresados requerida
en este contexto, y con ello, no estaría posibilitando la oferta formativa que
las regiones necesitan, demostrar las competencias adquiridas una vez culminado
su formación en el ISP. Un indicar de las competencias, evidencia el manejo de
la investigación – acción; un manejo común que se aplica y articula los
aspectos didácticos específicos de cada área con la teoría. Aspectos básicos
que requiere el nuevo docente, aprendizajes significativos mediante el trabajo
en grupo, trabajo cooperativo intra escuela, y con la comunidad; critica,
reflexión investigativa para toma decisiones. Liderazgo fuerte para la
administración del conocimiento.
Siendo
la mayoría de directores y docentes de la escuela pública egresados de un ISP, se
asume que el bajo desempeño de los alumnos de primaria, esta en relación con el
bajo resultado de las pruebas censales, aspectos que nos hace presumir la relación
baja calidad docente con baja calidad de formación inicial docente ISP,
situación que suscita ciertas
interrogantes por ejemplo: qué sucede dentro del aula en los cursos que dicta un formador y los procesos
que utilizan a nivel pedagógico para desarrollar los temas que trata; asimismo,
qué pasa con el conocimiento disciplinar
y el tipo de aprendizaje promovido por el docente formador en las sesiones de
clase, ¿ los estudiantes relacionan la teoría con la práctica (casuística)?, ¿
qué tipo de problemas o situaciones se trabajan en clase sin salir a la
practica?; ¿ la
investigación, es una materia del currículo para formar docentes investigadores,
es un organizador de áreas o programas, o forman investigadores-docentes?, si se promueve la investigación acción ¿cuál es la dirección de los temas de investigación en los ISP?. ¿
qué tipo de materias y metodología empleada por los formadores de los
ISP permite producir aprendizajes significativos y con ello, que los
estudiantes logren las competencias previstas por el currículo luego de las
modificaciones y cambios que se han venido dando progresivamente en estas
instituciones en los últimos años.
Tenemos
el convencimiento que conociendo la aplicación del
modelo educativo propuesto en el currículo de formación inicial docente, podemos
conocer el proceso y articulación sistémica institucional-pedagógica, orientación, objetivos, estrategias
pedagógicas que lograran formar al nuevo de tipo de docente que logra las
competencias previstas, y determinar qué tipo
de medidas complementarias se habrá de tomar en el futuro para lograr que la
formación pedagógica de los estudiantes del ISP responda a la demanda actual.
Conociendo lo
que sucede en el proceso se puede proponer estrategias más intensas en vías de acortar la distancia para mejoras o
cambios en la oferta educativa de baja
calidad a una oferta de calidad. Observaríamos como la relativa simplicidad con
que se mira al docente hoy, sería iría complejizando a medida de la mayor
complejidad de los cambios sociales. O
tal vez la figura del docente ya es
compleja sin haberse dado los cambios.
Las personas que
cursan estudios en esta modalidad pueden realizar su aprendizaje en el tiempo
que ellas dispongan sin necesidad de acudir a clases y en el lugar que estimen
más apropiado. Además el estudiante puede realizar su aprendizaje en el tema y
tiempo de su interés. Se pretende que los estudiantes adquieran conocimientos
mediante metodologías autodidácticas.
El nuevo currículo
elimina las áreas tradicionales de la formación docente, introduce los métodos
activos de enseñanza – aprendizaje y la investigación desde el inicio de la
formación, propicia un contacto temprano del estudiante con la práctica
docente, y plantea opciones para la diversificación curricular.
El último estudio realizado en los ISP
de nuestro país, corresponde al año 2001, llevado a cabo en coordinación entre el Proyecto de la Reforma Magisterial
de la Cooperación
Alemana al Desarrollo
(PROFORMA – GTZ), la Dirección Nacional de Formación y Capacitación
Docente (DINFOCAD del Ministerio de Educación) y cada uno de los 10 ISP
encuestados.
En él se presenta un
análisis cuantitativo y cualitativo de los resultados de una encuesta aplicada
entre octubre y diciembre del 2001
a la primera promoción de docentes de la especialidad de
Primaria bajo el nuevo currículo reformado (ISP que iniciaron el Plan Piloto
del Proyecto de Modernización de la Formación Docente
en el año 1996).
ALCÁZAR, Lorena y
Rosa Ana BALCÁZAR: Oferta y demanda de formación docente en el Perú,
Ministerio de Educación, Lima, 2001, p. 11.