martes, 3 de enero de 2012

La importancia de planificar la sesión de aprendizaje para la comprensión de textos

Análisis
Charo Davalos R.
En buena medida los conocimientos que adquiere un estudiante, le llegan a través de la lectura. Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, desde la primaria hasta la educación postgraduada, se necesita leer una variada gama de textos para apropiarse de diferentes conocimientos y la importancia del hecho, no sólo radica en el contenido, sino en la cantidad, el estilo y hasta los propósitos de cada lectura.
Con frecuencia, los profesores consideran que los alumnos saben leer, porque saben, o pueden visualizar los signos y repetirlos oralmente, o bien porque tienen la capacidad para decodificar un texto escrito. Sin embargo, decodificación no es comprensión, que sería un primer nivel de lectura, con lo cual no debe conformarse el docente, ni el estudiante.
Es en ese contexto donde la práctica pedagógica cobra vital importancia, en cuanto para lograr un fin u objetivo determinado como por ejemplo que nuestros alumnos comprendan un texto, debemos recurrir a ciertas estrategias pero debidamente planificadas, a fin de tener un seguimiento si orientamos y estimulamos eficientemente la lectura y comprensión de textos escritos a nuestros alumnos. Y es que el docente, no puede proponerse como único fin, "hacer leer", se hace necesario marcar la intencionalidad: leer, ¿qué?, ¿cómo?, ¿para qué?.
          La tarea de planificar una sesión de aprendizaje puede ser pensada como el diseño o la composición de una estrategia comunicacional que abra oportunidades para que cada alumno pueda aprender los saberes que queremos enseñarle. Esta estrategia comunicacional facilita para el alumno la comprensión de nuestras acciones e intenciones al frente del área, de manera que pueda involucrarse y participar activamente en su proceso de aprendizaje. En el proceso de selección de los contenidos intervienen el conocimiento disciplinar que tenga el docente y sus criterios y los de la institución en la que enseña para decidir qué saberes se enseñarán, desde qué perspectiva, con qué intensidad, etcétera.
          Así, al planificar, creamos un escenario con su ambientación, escenografía, etc., en el que ocurrirán acciones de las que participaremos con nuestros alumnos, y que se desarrollarán utilizando los diferentes lenguajes voces, textos, imágenes, etc. que elijamos. Más allá de nuestras intenciones o resoluciones, este escenario siempre existe, y se conforma a partir de todas las pequeñas decisiones que tomamos con respecto a qué hacer o qué usar, o qué no hacer o no utilizar para enseñar, con todas las variantes y mixturas posibles.
          Por ejemplo, componer una rica estrategia comunicacional para nuestra clase, enseñar con múltiples recursos elegidos especialmente para favorecer la diversidad, sumar lenguajes y códigos diferentes a la clase, y reflexionar con nuestros alumnos sobre estos aspectos, es también una manera de ayudarlos a desarrollar las nuevas competencias lectoras que les exigen estos tiempos.
          Pese  a esta importancia, es una realidad la presencia de prácticas pedagógicas alejadas de la realidad social y cultural de los países, lo que ha motivado numerosas evaluaciones docentes en varios países latinoamericanos, como es el caso de México, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Colombia, y Perú, dado que fueron los países que ocuparon bajísimos puestos los estudiantes evaluados en lectura (Pruebas PISA, desde el 2001). Y es que los resultados tan bajos obtenidos por los alumnos, no sólo fueron relacionados a factores como ausencia de recursos, infraestructura, etc, sino básicamente, a un desempeño deficiente de los docentes en el aula, a la falta de una planificación de sus sesiones de clase, metodologías, entre otros.
          A nivel nacional, las diferentes evaluaciones de desempeño docente, como fuera el caso de la realizada en el año 2005 por el MINEDU[1], dejó entrever que, un porcentaje considerable de las capacidades establecidas en el currículo no son desarrolladas en el aula, lo cual afecta las oportunidades de aprendizaje de los alumnos; además que las capacidades más desarrolladas suelen ser las trabajadas de manera operativa, es decir, mediante tareas de baja demanda cognitiva.
Numerosas instituciones educativas no son ajenas a dicha situación, como así queda evidenciado en el monitoreo, supervisión y asesoramiento, observándose en la práctica pedagógica las situaciones de aprendizaje que se desarrollan en el área de Comunicación del Nivel Primaria, los cuales se conducen de manera rutinaria, improductiva, sin objetivos pedagógicos claros; habiendo además una fuerte presencia del Diseño Curricular Nacional como único documento matriz de planificación que no les permite ver a los docentes más allá de lo que realmente necesitan y cuáles son las expectativas de aprendizaje de los alumnos. Dicha situación, mengua en el rendimiento de los estudiantes, siendo este significativamente bajo respecto a uno de los organizadores del área como es Comprensión de Textos[2]. La problemática la podemos concretizar en los siguientes aspectos:
·             Alto porcentaje de alumnos que sólo alcanzan una comprensión superficial de algunas palabras del vocabulario y frases, sin llegar a una comprensión profunda del texto, lo cual genera rechazo por la lectura sumado a una autoimagen muy deteriorada que experimentan los alumnos sobre sus capacidades de comprensión.
·                     Falta de sesiones de aprendizaje dirigidas al desarrollo de la comprensión de textos que aborden el proceso lector: percepción, objetivos de lectura, formulación y verificación de hipótesis. La metodología de trabajo se reduce al uso del libro y llenado de fichas de trabajo.
·                     Falta de sesiones de aprendizaje en el área de Comunicación, que incluyan actividades de lectura oral, silenciosa, autónoma y lectura crítica con relación  a  la comprensión de los valores inherentes al texto.
·                     Ausencia de algunos de los procesos pedagógicos que son importantes en el proceso lector, como por ejemplo: motivación; recoger saberes previos; generar conflicto cognitivo; construcción, aplicación y transferencia, indicadores de evaluación; los cuales no pueden ser obviados, toda vez, que cada lector comprende un texto de acuerdo a su realidad interior, a su experiencia previa, a su nivel del desarrollo cognitivo, a su situación emocional, etc
·                     Situación de aprendizaje deficiente, entendido como aquella falta de interacciones que debe realizar el docente en la conducción del proceso lector para la comprensión de textos.
Dicha problemática repercute así en el nivel de comprensión de los textos que se les presenta a los niños los cuales no son mínima ni cuidadosamente preparados para obtener logros educativos observables: los niños leen por leer, no entienden lo que leen, no disfrutan la lectura, no aplican estrategias para una lectura productiva y provechosa, e incluso el plan lector se ha convertido en un mecanismo para mantener a los niños ocupados.
Partimos de la reflexión que el profesor es el principal agente del proceso educador, y como tal, debería o debe ser el más aplicado o calificado en las cuestiones que se refieren a pedagogía y abordaje del proceso lector, como también el más preparado al momento de elegir, utilizar y aplicar estrategias metodológicas que considere pertinente a los saberes previos, estilos y dificultades de aprendizaje que evidencian sus alumnos.
De lo expuesto hasta el momento, se infiere que la planificación de las sesiones de aprendizajes, siendo un factor fundamental que permite tanto al docente como al estudiante facilitar la enseñanza aprendizaje de las diferentes áreas curriculares, es el aspecto que no se ajusta al desempeño esperado de todo docente acorde al nuevo enfoque que promueve el sector educación, sobre todo en una de las áreas como es el de Comunicación, siendo el organizador de la comprensión de textos, el que a nuestro entender, presenta mayor dificultad para los estudiantes.
Es importante considerar que las sesiones de aprendizaje necesitan ser programadas, en el sentido de que para abordarlas es preciso marcarse objetivos y contenidos, diseñar actividades de desarrollo y evaluación y prever los recursos necesarios. Tratándose de uno de los organizadores del área de Comunicación, como es la comprensión de textos, las sesiones de aprendizaje deben abordar permanentemente el uso consciente de diversas estrategias durante el proceso de lectura en los estudiantes.
[1]           MINEDU. EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO 2005 DEL SECTOR EDUCACION. Pág. 3.