jueves, 12 de abril de 2012

Cualidades positivas para una preparación social y emocional del niño

Los niños comienzan la escuela con diferentes grados de madurez social y emocional. Estas cualidades toman tiempo y requieren de práctica para aprenderlas bien. Debemos darles oportunidades para desarrollar las siguientes cualidades positivas:

CUALIDADES POSITIVAS
Confianza en sí mismos
Los niños deben sentirse bien consigo mismos y creer que pueden tener éxito. Los niños que demuestran seguridad en sí mismos están más dispuestos a intentar cosas nuevas-y seguir intentando si es que no logran éxito la primera vez.
Independencia
Los niños deben aprender a hacer las cosas por sí mismos.
Motivación
Los niños deben querer aprender.
Curiosidad
Los niños tienen una curiosidad natural la cual se debe cultivar para que puedan aprovechar al máximo las oportunidades para aprender lo que se les presenten.
Persistencia
Los niños deben aprender a acabar lo que han comenzado.
Cooperación
Los niños deben saber cómo llevarse bien con otros y aprender a compartir y tomar turnos.
Autocontrol
Los niños deben aprender que hay buenas y malas maneras de expresar enojo. Deben comprender que algunas formas de comportarse, como pegar y morder, no son aceptables.
Empatía
Los niños deben expresar un interés por otras personas y comprender cómo se sienten.

Acciones que ayudan al niño a desarrollar éstas cualidades.
ü  Demostrarle al niño que lo queremos y que puede contar con nosotros. Los niños que se sienten queridos son más aptos a tener confianza en sí mismos. El niño debe creer que, no importa qué suceda, alguien siempre estará a su lado.
ü  Enseñar con el buen ejemplo. Los niños imitan lo que ven a otros hacer y lo que escuchan a otros decir. Si compartimos sus cosas con otras personas, el niño aprenderá a ser considerado y a tomar los sentimientos de otras personas en cuenta.
ü  Ofrecer oportunidades para la repetición. De hecho, al repetir las cosas hasta que se las aprende, el niño refuerza la confianza que necesita para intentar cosas nuevas.
ü  Utilizar la disciplina de manera apropiada. Todos los niños deben tener límites. Los niños cuyos padres les dan una disciplina firme pero cariñosa generalmente desarrollan mejores destrezas sociales y se desarrollan mejor en la escuela que aquellos niños cuyos padres no les dan suficientes límites o por el contrario les imponen reglas demasiado rígidas.
ü      Escuchar al niño para descubrir cómo se siente y si necesita apoyo especial.
ü  Demostrarle amor y respeto cuando se sienta enojado con el niño. Criticar el comportamiento, no al niño. Por ejemplo, puede decir, “Te quiero mucho, pero no está bien que no realices las tareas que dejaron en la escuela”.
ü  Ayudarle a escoger bien cómo resolver los problemas. Puede preguntarle al niño de 4 o 5 años, “¿qué podemos hacer para que tu hermanito deje de tumbar tus bloques de madera?”
ü  Mantener una actitud positiva y alentadora. Felicitar al niño cuando haga algo bien. Las sonrisas y los elogios rinden mucho más para moldear un buen comportamiento que los castigos duros.
ü  Permitir que el niño haga cosas por sí mismo. Los niños también tienen que aprender a ser independientes y a desarrollar la confianza en sí mismos al desempeñar tareas cotidianas como vestirse solos y guardar sus juguetes. Es importante que permitamos que el niño aprenda a escoger qué decisiones va a tomar y no que decidamos todo por él.
ü  Alentar al niño a jugar con otros niños y a sentirse cómodo entre adultos que no son familiares. Los niños de edad preescolar necesitan oportunidades sociales para aprender a considerar otros puntos de vista. Los niños pequeños tenderán a llevarse mejor con sus maestros y compañeros de clase si han tenido experiencia tratando con otros adultos y niños.
ü  Demostrar una actitud positiva hacia el aprendizaje y la escuela. Los niños llegan al mundo con una necesidad muy fuerte por descubrir y explorar. Si el niño va a mantener un nivel sano de curiosidad, debemos fomentar su desarrollo. Al demostrar entusiasmo por lo que el niño hace (“¡Mira que bien dibujas!”) le ayuda a sentirse orgulloso de sus logros. Los niños también se emocionan por comenzar la escuela cuando sus padres expresan emoción al tomar este gran paso. 

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